GENEALOGÍA

Roque García Olivares-Virginia García Resendez

Roque García Olivares-Virginia García Resendez
Felipe Olivares García-Virginia García García

Aportes Genealógicos de los Olivares García pioneros de Camargo, Tamaulipas, y descendientes de fundadores de Monterrey, Nuevo León durante la época colonial en México.

El reparto de tierras entre los primeros pobladores que formaron las Villas del Norte, Camargo la primera de ellas, de la entonces provincia Nueva Santander, hoy Tamaulipas, se hizo mediante 57 porciones, narra Ernesto Garza Sáenz, siguiendo dos criterios: 1). Quienes arribaron con el fundador de la Villa, el capitán Blas María de la Garza Falcón, siendo merecedores a una porción de dos sitios de ganado menor y doce caballerías, aproximadamente 2 000 hectáreas, y 2). Quienes arribaron cinco años después, a dos sitios de ganado menor y seis caballerías, aproximadamente 1 700 hectáreas; todas las porciones tenían sus límites en el rio San Juan o en el río Grande o Bravo. El fundador, capitán De la Garza Falcón arribó en 1747 acompañado de cincuenta familias provenientes de Villa de Cerralvo, del Nuevo Reino de León, identificando al nuevo asentamiento como El Llano de las Flores, luego en 1749 llegaría José de Escandón, Conde de Sierra Gorda, a fundar con el núcleo existente la Villa de Santa Ana de Camargo.

El manuscrito Genealogía del Familiar Olivares de Tomás y Gertrudis, elaborado en los años 30 del siglo XX por Roque García Olivares (mi abuelo materno), Isaac Peña Olivares y Jorge Olivares Guerrero en base a los archivos de sus antepasados pioneros de Villa de Camargo, Tomás de Olivares y Escandón y Gertrudis de Longoria Chapa, tatarabuelos de los dos primeros y bisabuelos del tercero sirvieron de punto de partida para una investigación de mi autoría Olivares/García: Raíces, Troncos, Ramas y Retoños para la cual hubo que ordenar genealógicamente las 294 líneas familiares asentadas por mi abuelo con la valiosa ayuda de mi madre Virginia Garcìa Garcìa iniciando con Blas de Olivares y Ramona de Escandón padres de Tomás de Olivares de Escandón, luego, Gertrudis Longoria con quien se casaría en Villa de Camargo luego de quedar viuda de Miguel López de Jean con quien procreó tres hijos: Cayetano (1745), María Gertrudis (1746) y José Miguel (1750) que conformaron la línea López Longoria. El matrimonio de Tomas y Gertrudis, procreó tres hijos: Francisco, Gertrudis y Alejandro Olivares Longoria; el resto de las líneas asentadas en el manuscrito provienen de Francisco y Gertrudis. Francisco y Gertrudis Olivares Longoria se casaron respectivamente con los hermanos Josefa y Pedro Ignacio García de la Garza, hijos de dos pioneros de Villa de Camargo: Bartolomé García Guajardo y María de la Luz de la Garza Herrera. De aquí provienen las líneas Olivares García y García Olivares, a las cuales pertenecen mis cuatro abuelos; así mismo, al enviudar Francisco contraería matrimonio con Josefa López formando la línea Olivares López, de la cual provienen los autores Isaac y Jorge, mientras al enviudar Pedro Ignacio de Gertrudis Olivares Longoria contrae matrimonio con Gertrudis Ramírez formando la línea García Ramírez .De mis bisabuelos tres se ubican en la línea Olivares García: Felipe Olivares Sáenz (1833-1910) y sus hermanas Francisca (1824-1909) y María de las Nieves (1838-1917), quienes se casaron con los hermanos Benito (1822-1886) y Felipe García González (1829-1904) de la línea García Olivares, al igual que el bisabuelo materno Albino García Ramírez (1832-1905)

Las líneas asentadas en el manuscrito de la Genealogía del familiar Olivares, se enriquecieron con otros aportes de Roque García Olivares, quien años antes de trabajar con su primo Isaac y su tío Jorge anotó en las últimas fojas del mismo Diario un aparado al que llamó Relación Genealógica donde asienta 189 líneas familiares, identificando la porción en la que vivían. Casi todas las líneas estaban vinculadas con Tomás y Gertrudis, algunas provenían de líneas colaterales como lo fueron las de los padres y hermanos de Pedro Ignacio García el esposo de Gertrudis Olivares Longoria, así como, los hijos procreados en su segundo matrimonio cuando enviudó de Gertrudis; sin embargo, aunque no pertenecen a la línea Olivares Longoria conformada por Tomás y Gertrudis, para fines investigativos todos los datos resultaron valiosos.

Adicionalmente el abuelo Roque asentó en otro Diario, propiedad de su padre Felipe García González desde el 8 de marzo de 1884 hasta el final de sus días (1904), las fechas de fallecimiento de 315 personas. La relación de defunciones, algunas de las cuales incluyen la fecha de nacimiento, se inicia con Josefa García de Olivares (1797) Gertrudis Longoria de Olivares (1810) y Tomás de Olivares (1815) y concluye con los datos de seis personas que fallecieron en 1934, a unos meses del fallecimiento del abuelo en 1935; a este manuscrito se le identifica como Relación de Defunciones de 1797 a 1934. En este manuscrito, el abuelo asienta que, se realizó mediante consultas en esquelas, visitas a panteones, conversaciones con adultos mayores de la familia y la colaboración de su primo Isaac Peña Olivares; este material me permitiría hacer precisiones a los datos aportados desde el manuscrito de la genealogía del familiar Olivares asentado en el primer Diario . Ambos diarios están legalizados en la primera y última foja por la Oficina del Timbre o Hacienda de Camargo a nombre de mi bisabuelo quien al fallecer en 1904 dejó hojas en blanco que su hijo Roque utilizó en los tres manuscritos citados.

Para enriquecer lo existente en dichos manuscritos durante el trabajo genealógico que emprendí en 1997, inicio la recolección de datos consultando esquelas, actas de matrimonio, actas de nacimiento y correspondencia archivadas en la Casa Museo, así como, visitando los panteones de Camargo y Congregación Ochoa donde quedaron sepultados la mayoría de antepasados . Además de lo anterior, se realizaron entrevistas y aplicaron encuestas de manera personal o con el apoyo de los primos Librado Olivares Rangel, Bertha Gutiérrez Olivares, Daniel Olivares Tijerina, Virginia García Garza, Apolinar Peña García, Elida García Garza, Elda Bertha Martínez García, así como, los sobrinos Julia de los Ángeles García de León, Tomás García Luna, Bolívar Núñez Olivares y Ana Isabel Olivares Mireles, entre otros, todo lo cual quedó asentado en el documento al que se tituló Olivares/García: Raíces, Troncos, Ramas y Retoños.

Este documento se dio a conocer a los familiares cercanos el 29 de diciembre de 1999 en la Casa Museo Olivares García, de Comales Tamaulipas, contando con un total de 723 líneas familiares, información que clarifica que solo uno de los bisabuelos Felipe Olivares Sàenz permaneció en Texas hasta su muerte, los demás fueron adquiriendo propiedades en la nueva frontera mexicana, después de 1848 en que se firmaran los tratados Guadalupe Hidalgo, donde se imponía el río Bravo como línea divisoria con los Estados Unidos; hasta mediados del siglo XIX los terrenos comprendidos entre el río Bravo y el río Nueces formaban parte de la Nueva Santander. En años recientes amplié mi comunicación a través del facebook con un grupo de comalenses llamado Comales Lindo y Querido, de manera especial con Violeta García Olivares, poseedora del manuscrito de la genealogía del familiar Olivares que escribiera Jorge Olivares Guerrero su tío abuelo; por el mismo facebook he podido acceder a la información que difunde Genealogía y Heráldica de Nuevo León, todo lo cual ha hecho posible la contrastación de los datos entre por lo menos dos diferentes fuentes.

Bajo las condiciones descritas, en el año 2013 actualizo el material existente e incluyo las líneas familiares de mis antepasados Tomás y Gertrudis vinculadas con pioneros de Monterrey Nuevo León, destacando la que une a Don Diego de Montemayor, fundador de Monterrey en 1596, con Gertrudis de Longoria Chapa. Otros documentos revisados permitieron acrecentar y enriquecer los datos existentes y/o darles mayor certeza como lo son los documentos Family Tree Book donde se asientan mapas de Coahuila y Texas (1835), las porciones ubicadas en ellos y los árboles familiares de pobladores de mediados del siglo XVIII a principios del siglo XX de las ciudades de Guerrero, Mier, Camargo y Reynosa, Tamaulipas. De este último documento se tomaron datos vinculados con Tomás y Gertrudis de varios árboles familiares, como los siguientes: Juan José de la Garza Montemayor quien fuera padre de María Gertrudis, casada con Margil García Olivares hijo de Gertrudis Olivares Longoria y Pedro Ignacio García; de Gerónimo Sáenz , abuelo de María Balbina González Sáenz esposa de José Ignacio García Olivares, también hijo de Gertrudis e Ignacio, y bisabuelo de Nicolasa Peña Olivares quien se casó con Felipe Olivares Sáenz, nieto de Francisco Olivares Longoria y Josefa García de la Garza; de José Ygnacio Ramírez , padre de Manuela Ramírez Martínez quien se casa con José María García Olivares, también hijo de Gertrudis e Ignacio; de Bartolomé García , padre de Pedro Ignacio y Ma. Josefa quienes se casaron respectivamente con los hermanos Gertrudis y Francisco Olivares Longoria, así mismo, abuelo de José María García Olivares quien se casó con Ma. Manuela Ramírez Martínez; y de Nicolás González, bisabuelo de Ma. Micaela Sáenz González quien se casa con José Ma. Evaristo hijo de Francisco Olivares Longoria y Josefa García de la Garza.

El material compartido por Violeta García Olivares es abundante , sin embargo, en esta investigación solo se asientan las líneas genealógicas de Tomás de Olivares y Gertrudis de Longoria hasta su bisabuelo y tatarabuelo respectivamente, Juan de Olivares González quien fuera registrado en el primer censo de Monterrey al igual que su esposa Juana de Treviño , de acuerdo a información difundida por Genealogía y Heráldica de Nuevo León, y la de Diego de Montemayor quien fuera tatarabuelo de Diego García de Quintanilla y Mariana Sosa de Saldivar, bisabuelos de Gertrudis por la línea familiar de sus padres: Juan Diego de Longoria García y María Clara de Chapa de Benavides. Otros documentos relacionados con esta investigación son el acta de defunción de Juan de Olivares , el testamento de Juana de Treviño y el testamento de Juan Baptista Chapa, yerno del matrimonio De Olivares de Treviño, así como, datos de José de Treviño de Quintanilla, tío de Juana de Treviño y fundador de lo que ocupa actualmente el municipio de Gral. Escobedo. Otra fuente más que permitió enriquecer los datos y contrastar la validez de los mismos fue http:/www. familysearch.org construyéndose con todas ellas la siguiente secuencia generacional que parte de la línea familiar De Olivares de Treviño y entronca con las líneas De Olivares de Escandón y De Longoria Chapa, correspondientes a Tomás y Gertrudis respectivamente.

Juan de Olivares González, hijo de Diego de Olivares y María González originarios de Valladolid, España, se casa en el año de 1625 con Juana de Treviño en Monterrey, Nuevo León, México, siendo sus hijos: José, Diego, Blas, Bartolomé, Alonso, Beatriz y Anastacia de Olivares de Treviño; mueren respectivamente el 20 de octubre de 1669 y el 17 de junio de 1693.

Bartolomé de Olivares de Treviño nace en 1644 en Monterrey, Nuevo León, se casa en la misma ciudad el 25 de diciembre de 1673 con María de Benavides naciendo su hijo Blas de Olivares de Benavides.

Beatriz de Olivares de Treviño se casa con Juan Baptista Chapa siendo sus hijos: Nicolás, Gaspar, José María y María Baptista de Olivares. Juan Baptista muere en Monterrey, Nuevo León el 6 de enero de 1694.

Blas de Olivares de Benavides es bautizado en Monterrey, Nuevo León, el 3 de marzo de 1680 , casándose con Ramona de Escandón. En 1725 nace en Cerralvo, Nuevo León, su hijo Tomás de Olivares de Escandón.

Nicolás [Baptista] Chapa de Olivares se casa con Inés Báez Benavides Flores, padres de María Clara [Baptista] Chapa Báez Benavides.

María Clara [Baptista] Chapa Báez Benavides se casa con Juan Diego Longoria García siendo sus hijos Vicente, Matías, Pedro y Gertrudis Longoria Chapa.

El siguiente apartado del contenido de este informe investigativo se centra en las líneas familiares de Tomás de Olivares y Gertrudis de Longoria, mientras en el cierre titulado “A manera de colofón” se sugieren algunas líneas de investigación que se desprenden de este estudio.